Gestión de contenidos

La gestión de contenidos ha adquirido gran importancia en los últimos años dentro del mundo empresarial: Marketing de contenidos, Inbound Marketing, blogs, redes sociales… El número de acciones vinculadas a los contenidos no cesa de crecer e incluso se asegura que el ‘contenido es el rey’. Toda una máxima que muchas empresas perspicaces han aplicado y cuyos frutos –en forma de clientes– ya están recogiendo.

De hecho, no hay que discurrir demasiado para dar con unos ejemplos palmarios donde la gestión de contenidos –ya sea en formato texto, vídeo o mediante infografías– apuntala la web de muchísimas empresas.

En este sentido, todo empezó con los blogs que se pueden considerar el germen de los contenidos. Había que proveer de artículos interesantes a los clientes y, además, se conseguía el posicionamiento de la web a raíz de trabajar unas palabras clave.

Por lo tanto, los blogs atacaban –y atacan, pues todavía están de plena vigencia y parece que les queda cuerda para rato– una serie de frentes:

• Mejoran el posicionamiento de la página web de la empresa: Cada vez que publiques un artículo en tu blog, estarás agregando una nueva sección y, por lo tanto, ampliando tus oportunidades de que se topen con tu empresa a través de los buscadores. Además, si en cada post trabajas ciertas palabras clave vinculadas a tu sector, también mejorarás tu posicionamiento. Sí, es lo que se conoce como SEO (Search Engine Optimization).

• Aumenta el número de visitas

• Mejora las ventas: De lo anterior se deduce que de una mayor visibilidad surgirán más oportunidades de venta.
• Sirve para crear marca y convertir nuestra empresa en un referente gracias a la publicación de artículos de calidad: Hablar sobre un tema largo y tendido y ser capaz de que tu verborrea y experiencia capte la atención de la gente, no todas las empresas saben hacerlo o aprovechar este filón. No te quedes fuera de la fiesta.

Y llegó el marketing de contenidos…

También en los últimos años los expertos han avanzado un poco más y ahora nos presentan el marketing de contenidos. ¿Y qué es este concepto? Pues toda una estrategia de seducción al usuario que no solo se limita a montar un blog corporativo, sino que viene con refuerzos:

• Preparar informes sectoriales o un white paper o algún tipo de PDF gratuito de interés para el cliente
• Escribir un boletín de noticias
• Impulsar un curso con vídeo tutoriales
• Lanzamiento de seminarios en internet

Todo ello con el propósito de fidelizar y, de paso, obtener los correos de los clientes potenciales. Además, suponen una manera única de saber qué les interesa de nuestra empresa y, de esta manera, aprovechar esa oportunidad ofreciéndoles exactamente lo que andan buscando. Así, el principal escollo –su desinterés en el producto– lo habrás vencido y solo tendrás que preocuparte por resolver sus dudas.

A esta incipiente fiebre por la gestión de contenidos no tardaron en sumarse las redes sociales; una oportunidad más de generar contenidos de valor para los usuarios y clientes a través de posts y contenidos elaborados por nuestra marca. Asimismo, las RR.SS. son un canal excepcional para transmitir y obtener una buena repercusión de nuestra marca.

De este modo, la gestión de contenidos sirven para alimentar estos canales y tener a nuestra audiencia comprometida con nuestras publicaciones.

Así, el ecosistema de las redes sociales no son más que contenidos que los usuarios comparten porque les parecen interesantes, útiles o –simplemente– graciosos. En muchas ocasiones, los usuarios se prestan a compartir contenidos generados por una empresa que con ello consigue visibilidad de su producto y notoriedad.

Por supuesto, el marketing de contenidos supone toda una ciencia donde hasta el más mínimo detalle merece ser estudiado:

• Definición del target: Así, sabremos qué contenidos le interesan.
• Elaborar un listado de posibles temas de acuerdo con este público que hemos predefinido
• Posibles formatos para lanzar estos contenidos y cuáles resultan más exitosos
• Calendario editorial
• Y, por supuesto, sacar la ‘escuadra y el cartabón’ y medir cada paso dado a fin de saber qué contenidos funcionan y cuáles debemos dejar aparcados

Aunque claro, éste es solo un plan de gestión de contenidos que hemos abordado a grandes rasgos y sin entrar en detalles. Pero, sin duda, te habrá servido para hacerte una composición de lugar y entender perfectamente en qué consiste la ciencia de  los contenidos y en qué medida pueden mejorar los resultados de tu empresa.