Diseño gráfico para empresas

Carteles, logotipos, packaging, póster, folletos, trípticos, pancartas, tarjetas, carpetas, hojas, sobres… En suma, el diseño gráfico de una empresa encarna la carta de presentación ante nuestros clientes y de su correcta realización depende la primera impresión que éstos se lleven de nuestra empresa y profesionalidad.

Comemos por los ojos y compramos –o no– también delegando en este órgano.

No dudes de que un buen diseño es capaz de describir gráficamente el perfil de una compañía. De modo que la pregunta es obvia: ¿qué quieres que diga éste de tu empresa?

De hecho, el diseño gráfico entra dentro del campo de la estrategia empresarial. Así, la empresa que trabaje este aspecto logrará, además, posicionar con más facilidad su marca.

Por lo tanto, esta área merece toda la atención e inversión que sea precisa, pues, si lo hacemos bien, puede granjearnos ventas, aunque también perderlas si no sabemos dar con un diseño gráfico atractivo y que transmita la profesionalidad de nuestro trabajo.

Aunque es cierto que todavía muchos empresarios la consideran una parcela superflua que pueden omitir en sus partidas presupuestarias sin perjuicio en sus ventas. Por fortuna, cada vez son menos, pues el diseño gráfico ha demostrado con creces su eficacia en las ventas y en la consolidación de la marca.

Dicho esto, vamos a ir más allá y explicaremos qué beneficios puede aportar el diseño gráfico a una empresa:

• Construye la imagen de tu empresa.

• Mejora tu posicionamiento

• Sirve para captar la atención de tus clientes

• Mejora la lealtad del personal de la empresa

El diseño gráfico, además, no solo es imagen, sino también un texto capaz de condensar nuestra filosofía y planteamientos para que el cliente sepa de un vistazo quiénes somos y cuáles son nuestras principales fortalezas. Todo se aúna para formar ese mensaje gráfico.

En este sentido, el principal cometido del diseño gráfico publicitario es que los clientes potenciales conozcan un producto o servicio y que se interesen por éste.

Para el desarrollo de esta tarea, nuestro trabajo debe tener en consideración los siguientes puntos:

• El producto que ofrece la empresa

• Conocer cuál es el target

• Cuáles serán los medios por los cuales se mostrará el mensaje

• Estar al tanto de la competencia y lograr diferenciarnos de ella

Por supuesto, el profesional del diseño gráfico ha de ser capaz de captar la esencia de la empresa y qué pretende comunicar el cliente. Un entendimiento pleno y una comunicación fluida son fundamentales para que el resultado responda a las expectativas de la empresa.

Actualmente, el diseño gráfico acapara más y más parcelas de la empresa, pues no solo es preciso para el desarrollo de material gráfico impreso, sino también para la vertiente online como la página web, las redes sociales, el blog… Todo, absolutamente todo, debe lucir la impronta de nuestra empresa.

Lo cierto es que estamos viviendo una época de esplendor del diseño gráfico, pues pocos –hoy en día y como apuntábamos al principio– dudan de su trascendencia dentro de la empresa.

Vamos a ver algunos ejemplos donde el diseño gráfico es esencial:

• • Material gráfico impreso: Folletos, carteles, tarjetas de visita, catálogos… Nos encontramos ante uno de los ‘clásicos’ del diseño gráfico y que poco a poco ha cedido protagonismo a otros ámbitos como el digital. Así, los catálogos también se diseñan en formato PDF que los clientes pueden consultar cómodamente desde su dispositivo.

• Publicidad en prensa y revistas: Una vez más resulta necesario trabajar correctamente y esmerarnos por ofrecer un resultado perfecto al que no se le pueda plantear objeciones. Es preciso recordar que este anuncio quizás sea la primera toma de contacto de un cliente con nuestra empresa y debemos procurar que esa impresión sea óptima.

• Material multimedia y sitios web: Diseño de banners, email marketing, sitios web sin errores tanto de diseño como de redacción y atractivos estéticamente… ¿Cuántas veces no ha huido de una página web que le ha parecido poco profesional e incluso ‘fea’?

Y, cómo no, la identidad corporativa que comprende elementos como el logotipo de la empresa, su nombre, colores y tipografía.

Para su correcta implantación, debemos elaborar un manual de uso que nos guíe sobre la utilización de estos elementos visuales en los diferentes soportes promocionales.

Si crees que necesitas ayuda o que te aclaremos alguno de estos aspectos, y que definitivamente un diseño gráfico profesional es lo que te pide el cuerpo, ya sabes dónde encontrarnos.